El problema de la contaminación plástica es alarmante. Los desechos plásticos están afectando la salud de los océanos, los animales y las personas. Las investigaciones sobre la contaminación plástica en los océanos presenta datos impactantes sobre esta situación. Un estudio alarmante de 2017 revela que de 1950 a 2015, solo el 9% de los desechos plásticos han sido reciclados (Geyer et al, 2017).

Creemos que el problema no es el material, es su uso y abuso. La relación humana con el plástico está fuera de control. Se proyecta que el uso global del plástico aumentará significativamente en los próximos diez años. Esto significa que para 2025 el océano podría contener una tonelada de plástico por cada tres toneladas de peces (Ocean Conservancy, Stemming the Tide, 2015).

El reciclaje sigue siendo insuficiente, y millones de toneladas de plásticos terminan en vertederos y océanos cada año. Según Jambeck (2015), cada año salen aproximadamente 11 millones de toneladas de plástico de la economía global al océano.

Necesitamos repensar nuestra relación con el plástico, rediseñar los sistemas de producción de plástico para evitar el desperdicio y ampliar las soluciones de economía circular para comenzar a resolver este problema global.