COMPROMETIDOS CON LA ACTIVIDAD, NO CON EL RESULTADO

Engañando a los consumidores, a los responsables políticos y a los reguladores sobre la viabilidad del reciclado de plásticos, las empresas petroquímicas han garantizado la continua expansión de la producción de plástico, lo que ha provocado una crisis de residuos plásticos y contaminación en diversas comunidades.

Montañas de residuos plásticos. Foto de Stijn Dijkstra - Pexels.com

Los costos de la gestión y limpieza de los residuos plásticos recaen en gran medida en los gobiernos municipales y estatales, y se prevé que esos costos aumenten exponencialmente en las próximas décadas, dado que la generación de residuos plásticos en los Estados Unidos está en aumento.

Se espera que la generación de residuos plásticos en Estados Unidos aumente de 73 millones de toneladas métricas en 2019 a más de 140 millones de toneladas métricas en 2020. Si no fuera por las mentiras y engaños de Big Oil y la industria del plástico, los municipios y estados no habrían invertido en programas e instalaciones de reciclaje de plásticos, muchos de los cuales han cerrado debido a las previsibles pérdidas económicas.

El corazón y el alma de la decisión es que los productos combustibles no se reciclan.
— Consejo Americano de Plásticos, 1994.

La industria no sólo engañó a municipales y estatales a creer que el reciclado de plástico era una solución viable para los residuos de plástico, sino que también les disuadió de seguir otras estrategias de gestión de residuos más sostenibles (por ejemplo, reducción de residuos, reutilización, prohibiciones, materiales alternativos) en favor del reciclado de plástico.

Las empresas de combustibles fósiles y otras empresas petroquímicas deben rendir cuentas ahora por su campaña deliberada de engaño y los daños resultantes, al igual que las empresas tabacaleras y de opiáceos, que emplearon un manual similar.

Un estudio de 1973 concluyó que los residuos plásticos no son aptos para la pirólisis (lo que hoy la industria suele llamar reciclaje avanzado), un proceso de comparte muchos de los mismos obstáculos que el reciclaje mecánico.
— Arthur D. Little, 1973.

Sobre la base de las pruebas cada vez más numerosas, los municipios y los Estados van a emprender acciones judiciales, lo que podría poner fin al engaño de la industria, hacer que las empresas paguen por los daños devastadores que han causado a las comunidades y abrir el camino a la justicia. Que las empresas paguen por los daños devastadores que han causado a las comunidades y abrir la puerta a soluciones reales que actualmente están fuera de su alcance.

Fuente: The Guardian El fraude del reciclaje de plástico: Informe completo, Climateintegrity.org

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