EL LADO B DE LA PANDEMIA: LOS RESIDUOS PLÁSTICOS GENERADOS PARA EL CUIDADO PERSONAL
La pandemia mundial que desencadenó el virus SARS-CoV-2 continúa a casi 2 años de su inicio. Y de la mano, el uso de plásticos descartables para el cuidado personal. Aunque los Equipos de Protección Personal (EPP) descartables -como barbijos, guantes y máscaras faciales- son claves para el personal de la salud, no son necesarios para el resto de la sociedad: abundan las alternativas igualmente seguras pero reutilizables. Sin embargo, una gran cantidad de personas siguen haciendo un uso abusivo de barbijos descartables: plásticos que usamos por cortos lapsos de tiempo y luego desechamos.
A mediados de agosto del 2020, investigamos un poco sobre los plásticos en pandemia. En ese momento se reportaba un uso mensual de 129 mil millones de barbijos descartables y 65 mil millones de guantes en el mundo (Prata et al., 2020). Ya desde entonces estudios afirmaban (Silva et al., 2021; Haque et al., 2020) que el consumo de plástico aumentó significativamente como resultado de la pandemia. Y continúa aumentando. El año pasado se reportó que la cantidad de desechos plásticos generados en todo el mundo, desde el comienzo de la pandemia fue de 1,6 millones de toneladas por día. A su vez, el año pasado también estimaron que aproximadamente 102 mil millones de barbijos descartables se desechan mensualmente como resultado de la pandemia de COVID-19 (Benson et al., 2021). Esto es solamente 20% menor a lo estimado en 2020. Los números son muy similares, por lo que la tendencia no ha cambiado en este último año.
En cuanto a Argentina, se descartan diariamente más de 31 millones de barbijos descartables. Ese número se suma a los más de 3 millones de toneladas de residuos plásticos que se generan. De 234 países relevados, Argentina se encuentra entre los primeros con un mayor consumo de máscaras. (Benson et al., 2021).
Muchos de estos desechos son gestionados o eliminados de manera incorrecta, es decir, terminan en lugares donde no deberían estar, por ejemplo en la vereda, el cordón o en un espacio verde como un parque. Al notar esto a comienzos de la pandemia, Justine Ammendolia, Bióloga marina y exploradora de National Geographic canadiense, realizó una investigación para cuantificar los desechos de EPP encontrados en áreas urbanas de Canadá. En total encontraron 1.306 elementos de desechos de EPP, siendo la mayoría guantes descartables (44%), seguido de barbijos (31%) y toallitas desinfectantes (25%). De los barbijos, el 97% estaban diseñados para un solo uso, mientras que solo el 3% eran reutilizables (Ammendolia et al., 2020). En el 2021, Justine replicó este estudio en varios países del mundo. Desde el área del laboratorio de Unplastify nos sumamos monitoreando, recolectando y cuantificando los residuos de EPP que íbamos encontrando en nuestros recorridos por nuestra zona dentro de Buenos Aires. Otro grupo de argentinas participarondesde zonas del sur argentino.
Es claro que necesitamos reducir el uso de plásticos descartables en nuestras vidas, y la pandemia del Covid-19 representa un desafío para realizarlo. Existen alternativas para cuidarnos del virus sin recurrir a los plásticos descartables. Una gran opción son los barbijos reutilizables de tela. Un estudio reciente asegura la eficacia de estos mismos luego de 52 lavados y secados (Sankhyan et al., 2021). La pandemia aún no terminó, sigamos cuidándonos sin descuidar el ambiente.