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RESUMEN DIARIO DEL INC-5: AVANCES Y DESAFÍOS EN LAS NEGOCIACIONES PARA UN TRATADO GLOBAL DE PLÁSTICOS
Desde Unplastify, seguimos atentos a los desarrollos de estas negociaciones, con la esperanza de que las decisiones tomadas reflejen la urgencia de esta problemática y promuevan soluciones que generen un cambio sistémico en la manera en que producimos, consumimos y gestionamos los plásticos.
El INC-5, la quinta ronda de negociaciones intergubernamentales para un tratado global que aborde la contaminación por plásticos, se está llevando a cabo esta semana en Busan, Corea del Sur. Este evento reúne a representantes de gobiernos, sociedad civil, científicos, y líderes empresariales de todo el mundo, con el objetivo de definir acciones concretas y ambiciosas para frenar la contaminación plástica en su origen y reducir su impacto en el planeta. A continuación, en colaboración con Asociación Sustentar, el resumen diario de el quinto período de sesiones del Comité Intergubernamental de Negociación:
Día 1 - 25 de noviembre: Inicio con altas expectativas
La jornada inaugural estuvo marcada por un fuerte mensaje de urgencia. El Ministro de Medio Ambiente de Corea del Sur, Kim Wan Sup, sintetizó el sentir de muchos al declarar:
"Debemos acabar con la contaminación por plástico antes de que la contaminación por plástico acabe con nosotros."
La sociedad civil, con más de 1.500 manifestantes frente al Centro de Convenciones BEXCO, dejó claro que el mundo espera un tratado con compromisos vinculantes. Además, una declaración firmada por 900 científicos independientes llamó a un tratado integral y basado en la evidencia científica, para erradicar la contaminación por plásticos antes de 2040.
Sin embargo, el día estuvo cargado de tensiones. Países como India, Arabia Saudita, y un bloque de petroestados defendieron el consenso como regla de negociación, mientras otros como Chile, Ghana y los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo del Pacífico (PSIDS) impulsaron un enfoque ambicioso que abarca la producción, trazabilidad y eliminación de sustancias químicas tóxicas.
Avances hasta hoy
Conforme avanzan las jornadas, los diferentes grupos de contacto han comenzado a trabajar en temas clave:
Producción y diseño de productos plásticos: Discusiones sobre la necesidad de limitar la producción de plásticos y fomentar un diseño más sostenible desde el inicio de la cadena de valor.
Gestión de residuos y contaminación existente: Propuestas para gestionar los plásticos ya presentes en el medio ambiente, incluyendo vertidos al océano y emisiones.
Transición justa y financiamiento: Énfasis en cómo garantizar que los cambios necesarios para reducir la contaminación no generen desigualdades y cuenten con los recursos necesarios para su implementación.
Uno de los puntos más controvertidos hasta ahora es el uso del "non-paper", un documento oficioso propuesto como base para las negociaciones. Mientras algunos países lo aceptan como punto de partida para agilizar las discusiones, otros lo critican por falta de representatividad y ambición.
Liderazgos destacados
Países como Chile, Somalia y Ghana han demostrado un fuerte compromiso con un tratado que abarque todo el ciclo de vida de los plásticos. Por otro lado, la postura de Arabia Saudita, recientemente designada como líder del grupo Asia-Pacífico, genera dudas sobre la apertura de este grupo a escuchar las demandas de la sociedad civil.
Asimismo, la sociedad civil continúa presionando para que las soluciones no solo se enfoquen en la gestión de residuos, sino que prioricen la prevención y reducción de la producción de plásticos.
Día 2 - 26 de noviembre: Exclusión y Desafíos en las Negociaciones
El segundo día de negociaciones en el INC-5 estuvo marcado por barreras logísticas y exclusión, lo que expuso serios problemas en el acceso de la sociedad civil al proceso de toma de decisiones sobre el tratado global para enfrentar la crisis de los plásticos.
La logística como barrera: La exclusión de la sociedad civil
Durante las reuniones del lunes por la tarde, cuando los Estados miembros y observadores pasaron de la sesión plenaria a los grupos de contacto, se evidenció una preocupante falta de espacios. Observadores de la sociedad civil, incluidos recicladores, representantes de Pueblos Indígenas, científicos y jóvenes líderes, se encontraron sin asientos disponibles y terminaron sentados en el suelo para seguir las conversaciones.
El martes, la situación empeoró. La Secretaría del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) limitó el acceso a las salas de negociación al número de asientos disponibles, aplicando un sistema de ingreso por orden de llegada. Esto significó que quienes no conseguían un lugar no podían entrar, e incluso se impidió el reingreso de personas que salían a buscar agua, comida o ir al baño.
Resulta alarmante que, con más de 4.000 personas registradas para participar en el INC-5, las limitaciones de espacio no se hayan anticipado, considerando que había otras salas más grandes disponibles. Esta falta de previsión no solo dejó fuera a muchos observadores clave, sino que también dejó en evidencia la tensión entre el país anfitrión, Corea del Sur, y el PNUMA, quienes se responsabilizaron mutuamente por la situación.
Un patrón preocupante de exclusión
Esta exclusión no es un hecho aislado. Desde el INC-2, se han registrado restricciones de acceso para la sociedad civil, como el límite de un representante por organización. Aunque estas medidas fueron revertidas en su momento, sigue habiendo obstáculos recurrentes, como la falta de traducciones e interpretaciones en los grupos de contacto y la exclusión de la sociedad civil de reuniones intersesionales clave.
Es preocupante que se limite la participación de las comunidades más afectadas por la crisis de los plásticos. Sus voces son esenciales para garantizar un tratado inclusivo y equitativo que refleje las realidades de quienes enfrentan directamente las consecuencias de la contaminación por plásticos.
Avances en las negociaciones: Desafíos textuales
En cuanto al contenido del tratado, el día 2 estuvo dominado por los debates en el Grupo de Contacto 2 sobre gestión de residuos plásticos y el Grupo de Contacto 4, enfocado en la aplicación del tratado, planes nacionales y seguimiento de los avances.
A pesar de los esfuerzos del Presidente del INC-5 por agilizar el proceso mediante un documento oficioso con lenguaje que supuestamente refleja consenso, los Estados miembros han ignorado ampliamente estas recomendaciones. Muchos países han propuesto nuevos textos o rechazado partes existentes, complicando el panorama con un texto que se infla rápidamente y se llena de corchetes que dificultan la toma de decisiones claras.
Para los observadores experimentados, esto genera un déjà vu de procesos anteriores, donde el progreso se estanca ante un texto fragmentado. Quedan solo cinco días de negociación, y el tiempo para consolidar un tratado sólido y efectivo es limitado.
Voces de la sociedad civil: La lucha por una Transición Justa
En medio de las dificultades, un evento destacado del día fue el espacio dedicado a la Transición Justa. Representantes de recicladores, Pueblos Indígenas, líderes sindicales y comunidades por la justicia ambiental de todo el mundo se reunieron para exigir un tratado que incluya financiación, reparación y justicia social para quienes enfrentan la contaminación plástica en primera línea.
María Soledad Mella Vidal, recicladora y miembro de la Alianza Internacional de Recicladores y ANARCH, compartió un poderoso mensaje:
"Los recicladores no pensamos en hacernos ricos, solo en sobrevivir. Queremos dejar de ser víctimas. Exigimos un tratado legalmente vinculante, que no sea un documento poético ni un saludo a la bandera. Debe ser real, con justicia social y climática."
Estas palabras resumen la urgencia y la importancia de un enfoque inclusivo que reconozca los derechos de las comunidades más afectadas y ofrezca soluciones concretas.
Día 3 - 27 de noviembre: La influencia de la industria en las negociaciones del tratado sobre plásticos
El tercer día del INC-5 reveló un panorama preocupante: la creciente influencia de la industria petroquímica y de combustibles fósiles dentro de las negociaciones del tratado global sobre plásticos. Con 220 cabilderos registrados, este grupo representa el mayor número de participantes industriales en las negociaciones de un tratado de plásticos hasta ahora. Su presencia no solo supera al total de representantes del país anfitrión, Corea del Sur (140), sino también a las delegaciones combinadas de la Unión Europea (191) y América Latina y el Caribe (165).
Una presencia desproporcionada
Los cabilderos de empresas como Dow y ExxonMobil (9 representantes entre ambas) están utilizando recursos masivos para influir en las decisiones, superando en número a la Coalición de Científicos para un Tratado Eficaz sobre Plásticos en una proporción de 3 a 1 y al Caucus de los Pueblos Indígenas en una proporción de 9 a 1. Además, se identificaron 16 cabilderos integrados en delegaciones nacionales, incluidos países como China, República Dominicana y Egipto, generando serias preocupaciones sobre conflictos de interés en las negociaciones.
Tácticas para frenar el progreso
Organizaciones como el Centro para el Derecho Ambiental Internacional (CIEL) y Break Free From Plastic denuncian que las tácticas utilizadas por los cabilderos incluyen obstrucción, intimidación y desinformación. Estas prácticas tienen como objetivo retrasar avances y proteger los intereses financieros de la industria, a pesar del claro mandato del tratado: reducir la contaminación plástica y la producción de plástico a nivel mundial.
Las cifras también desmienten la narrativa de la industria, que defiende los supuestos "beneficios sociales" del plástico. Según datos recientes, la producción de plástico representa apenas un 0,6% de la economía mundial, mientras que los costos ambientales y de salud asociados a la contaminación plástica siguen aumentando exponencialmente.
El llamado a la acción
Frente a esta realidad, activistas, científicos y representantes de los pueblos indígenas exigen medidas contundentes:
Establecer normas obligatorias para reducir la producción de plástico.
Prevenir la construcción de nuevas instalaciones petroquímicas.
Garantizar protecciones contra conflictos de intereses en las negociaciones.
Divulgar actividades de lobby y limitar la influencia corporativa en el tratado.
El tercer día del INC-5 deja en claro que el proceso enfrenta desafíos significativos debido al control corporativo y las tácticas dilatorias. Sin embargo, también refuerza la importancia de unirse para garantizar un tratado efectivo y
DÍA 4- 28 de noviembre: Avances históricos hacia un tratado global sobre plásticos
El cuarto día de negociaciones del INC-5 marcó un punto de inflexión en el camino hacia un tratado global para abordar la crisis plástica. Con la presentación de un ambicioso texto interregional respaldado por más de 100 países y avances en las propuestas financieras, los delegados avanzan hacia compromisos concretos que podrían transformar la forma en que el mundo produce, utiliza y desecha plásticos.
Un texto ambicioso para reducir la producción de plásticos
En un momento de gran expectativa, Panamá, en representación de 91 países de todos los continentes (incluyendo naciones de África, América Latina y el Caribe, la Unión Europea, el Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda), presentó un texto que apunta a:
Establecer un objetivo global para reducir la producción de polímeros plásticos primarios a niveles sostenibles.
Implementar medidas en todo el ciclo de vida de los plásticos para alcanzar dicho objetivo.
Obligar a los países a comunicar datos estadísticos sobre producción, importaciones y exportaciones de plásticos, así como las medidas adoptadas.
Revisar los avances cada cinco años a través de evaluaciones científicas y económicas realizadas por un órgano subsidiario.
El texto rápidamente sumó el apoyo de más países, alcanzando el respaldo de 102 naciones.
El impulso de los mecanismos financieros
Por otro lado, los mecanismos financieros también están tomando fuerza en las negociaciones. Una propuesta presentada por el Grupo Africano y el GRULAC (Grupo de Países de América Latina y el Caribe), respaldada por 126 países, busca garantizar recursos financieros suficientes para apoyar a los países en desarrollo en la implementación del tratado.
Esta medida es clave para asegurar una transición justa hacia economías menos dependientes del plástico y más alineadas con los objetivos de sostenibilidad global.
El desafío del consenso
A pesar de estos avances, un grupo pequeño pero poderoso de países productores de petróleo y gas continúa bloqueando las negociaciones. Estos actores, alineados con la industria petroquímica, insisten en mantener decisiones basadas en el consenso absoluto, una práctica que puede paralizar las discusiones cuando no se llega a acuerdos unánimes.
Para contrarrestar esta estrategia, muchos países están abogando por la implementación de disposiciones de votación, como las utilizadas en otros tratados internacionales exitosos, como el Convenio de Minamata sobre el Mercurio y los Convenios de Rotterdam y Estocolmo.
La voz de la mayoría
El mensaje es claro: la mayoría de los países están listos para actuar. Con 102 países apoyando la reducción de la producción de plásticos y 126 a favor de mecanismos financieros sólidos, hay un consenso creciente en torno a la necesidad de un tratado ambicioso y eficaz.
DÍA 5 - 29 DE NOVIEMBRE: Avances importantes, pero aún queda un largo camino
El quinto día de la última sesión de negociaciones para el tratado global sobre plásticos dejó un balance mixto, con avances significativos en ciertos frentes y preocupantes lagunas que amenazan con debilitar el resultado final.
Avances destacados:
Un objetivo global para reducir la producción de plásticos: Por primera vez, el texto de negociación presentado por la Presidencia incluye una meta explícita para "reducir la producción de polímeros plásticos primarios a niveles sostenibles", respaldado por más de 100 países.
Unidos por la ambición: Panamá, junto con la UE, Fiji, Micronesia, Hungría y Francia, defendieron un tratado fuerte, incluso proponiendo el principio de "un país, un voto" para avanzar.
Voces de la sociedad civil: Más de 150 organizaciones emitieron un llamado colectivo para actuar con "coraje, no concesiones". La OACDH recordó a los delegados que el tiempo se agota, subrayando la necesidad de limitar la producción de plásticos y garantizar derechos humanos y justicia ambiental.
Desafíos pendientes:
Ambigüedades y opciones débiles: El texto contiene demasiados términos opcionales ("debería" en lugar de "deberá") y propuestas ambiguas, diluyendo compromisos clave.
Falta de medidas contundentes: Se omiten objetivos nacionales de reducción, regulaciones sobre emisiones durante la fabricación y listas claras de productos químicos y materiales preocupantes.
Riesgos de falsas soluciones: A pesar de no mencionar explícitamente los bonos plásticos, el texto mantiene lenguaje que podría abrir la puerta a estrategias poco efectivas para reducir el problema.
Falta de enfoque en derechos humanos: Las menciones a los derechos de los pueblos indígenas y comunidades afectadas son insuficientes.
Si bien el apoyo de un amplio bloque de países ambiciosos y el lenguaje claro sobre la reducción de la producción son señales positivas, el progreso sigue siendo frágil. Las debilidades y ambigüedades en el texto podrían comprometer la eficacia del tratado final.
El tiempo es crítico. Los líderes deben priorizar medidas sólidas, inclusivas y transparentes que garanticen un tratado realmente transformador.
DÍA 6 - 30 DE NOVIEMBRE: Voces silenciadas, avances mínimos y llamados urgentes a la acción
El sexto día del INC-5 trajo consigo un panorama mixto: desde el alzamiento de voces silenciadas hasta la falta de avances concretos en las negociaciones. Con delegaciones de alto nivel llegando a Busan y actividades de la sociedad civil marcando la jornada, aquí te compartimos los momentos clave:
Puntos destacados del día:
Voces indígenas al centro: El Foro Internacional de Pueblos Indígenas sobre Plásticos organizó una conferencia de prensa para amplificar las experiencias y conocimientos de líderes de base, quienes han sido sistemáticamente marginados y excluidos de las negociaciones en los últimos días. Su llamado fue claro: un tratado que no incluya sus perspectivas será insuficiente.
Altas expectativas por delegaciones ministeriales: La llegada de ministros de Francia, Micronesia, China, Ruanda y Noruega inyectó esperanza en las negociaciones. Olga Givernet, ministra delegada de Energía de Francia, reafirmó el compromiso de su país con medidas fuertes para reducir la producción, limitar químicos preocupantes y abordar productos plásticos problemáticos.
Acciones valientes en tierra y mar: Activistas de Greenpeace abordaron un barco cisterna en Corea del Sur, protestando contra el rol de la industria petroquímica en la contaminación plástica y demandando que los gobiernos resistan su influencia en las negociaciones.
Análisis comprometido: Miembros de la sociedad civil analizaron la propuesta publicada por la Presidencia el día anterior, ofreciendo insumos clave para las delegaciones en su proceso de toma de decisiones.
Puntos bajos del día:
Falta de transparencia y exclusión: Las reuniones informales a puerta cerrada continúan dominando el proceso, dejando fuera a los titulares de derechos, especialmente a las comunidades más afectadas por la contaminación plástica.
Avances limitados en las negociaciones: A pesar de largas horas de conversaciones informales, aún no se han alcanzado acuerdos concretos. El presidente no publicó una nueva propuesta revisada, dejando a las delegaciones y observadores en la incertidumbre.
EE.UU. y la falta de compromiso: A pesar de su influencia geopolítica, Estados Unidos sigue sin unirse a los más de 100 países que apoyan las medidas de reducción de la producción, lo que limita la presión global para un tratado ambicioso.
Lo que está en juego
El INC-5 es un momento crucial. Las decisiones que se tomen en esta etapa no solo definirán el futuro del tratado, sino que marcarán el camino hacia un modelo más sostenible. Un tratado ambicioso podría convertirse en un hito para enfrentar la crisis global de contaminación por plásticos.
Desde Unplastify, seguimos atentos a los desarrollos de estas negociaciones, con la esperanza de que las decisiones tomadas reflejen la urgencia de esta problemática y promuevan soluciones que generen un cambio sistémico en la manera en que producimos, consumimos y gestionamos los plásticos.
📌 Seguiremos informando sobre los avances del INC-5 y su impacto en la lucha global contra la contaminación por plásticos.
Reflexión final:
El día 6 mostró que, aunque hay voces valientes dentro y fuera de las negociaciones, las dinámicas de exclusión y los bloqueos por parte de países con bajas ambiciones siguen siendo grandes obstáculos. Sin embargo, el trabajo incansable de la sociedad civil y los países comprometidos mantiene la esperanza de que un tratado verdaderamente transformador sea posible.
🌐 ¿Querés leer más sobre lo que ocurrió hoy en el INC-5? Escribínos a politicaspublicas@unplastify.com
TRATADO DE LOS OCÉANOS: ¿EL MUNDO CAMINA HACIA LA DESPLASTIFICACIÓN?
Muchos países han implementado medidas regulatorias para limitar el uso de productos plásticos de un solo uso, como bolsas, sorbetes y cubiertos.
Hoy les traemos una nueva noticia para nuestra sección de #PolíticasPúblicasyPlásticos, donde buscamos compartir nuestra mirada y contar diferentes casos de regulaciones al plástico, tanto en Argentina 🇦🇷 como a nivel global: Tratado de los océanos.
La conexión global con el plástico y su impacto ambiental
En los últimos años, el mundo ha tomado mayor conciencia sobre el impacto negativo que el plástico tiene tanto en la salud humana como en el medio ambiente. Como respuesta, muchos países han implementado medidas regulatorias para limitar el uso de productos plásticos de un solo uso, como bolsas, sorbetes y cubiertos. Estas regulaciones, que se dan a nivel nacional y municipal, buscan reducir la cantidad de plástico que termina contaminando los ecosistemas. Por ejemplo, en 2017, Indonesia se comprometió a reducir su basura marina en un 70% para 2025, mientras que Kenia acordó eliminar por completo el uso de plásticos de un solo uso.
Un paso clave en este proceso han sido las sesiones del Comité Intergubernamental de Negociación (INC), impulsadas por las Naciones Unidas en 2022, con el objetivo de desarrollar un tratado internacional legalmente vinculante para combatir la contaminación por plásticos, incluso en los ecosistemas marinos, para finales de 2024.
¿Qué es el Tratado de los océanos?
El “Tratado de Alta Mar”, también conocido como el tratado oceánico, es un acuerdo que tiene el potencial de cambiar la forma en que protegemos los océanos del mundo. Este tratado, que necesita la ratificación de al menos 60 países para entrar en vigor, establecerá zonas marinas protegidas que limitarán la pesca, la navegación y actividades como la minería de aguas profundas. También fomentará la cooperación internacional en tecnología marina y asegurará que se evalúe el impacto ambiental de las actividades en aguas internacionales. Se espera que el tratado sea ratificado antes de la Conferencia de Naciones Unidas sobre los Océanos, programada para realizarse en Francia en 2025. A nivel regional, Chile ya ha dado un paso ejemplar al ser el primer país en ratificar este tratado.
Esta iniciativa es crucial, ya que las aguas internacionales, que representan dos tercios de los océanos, carecen de herramientas claras de protección. El último acuerdo relevante, la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, firmado en 1982 y en vigor desde 1994, dejó vacíos significativos en la protección de la biodiversidad marina. Hoy, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), cerca del 10% de las especies marinas está en peligro de extinción, lo que subraya la urgencia de un marco legal más sólido.
Este tratado, busca proteger el 30% de los océanos del mundo, asignar más recursos financieros a la conservación marina y regular el acceso y uso de los recursos genéticos marinos. El actual Secretario General de la ONU, António Guterres, enfatizo en que este tratado es clave para enfrentar la triple crisis planetaria que abarca el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación. También es vital para lograr los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y el Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal.
¿Qué relación tiene el tratado de los océanos con el plástico?
La contaminación plástica en los océanos es un problema de gran magnitud que afecta tanto a la vida marina como a la salud humana. Según el Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA), los plásticos están presentes en todos los rincones del planeta, desde las playas más remotas hasta el fondo del océano Ártico, y están entrando en la cadena alimenticia, llegando incluso a nuestros platos. Cada año entran más de 11 millones de toneladas de plástico a los océanos (Jambeck et al., 2015. Dato actualizado al 2022) y si esta tendencia continúa, para 2050 habrá más plástico que peces en el mar por peso.
El problema es especialmente grave cuando consideramos que los microplásticos, pequeñas partículas de plástico que resultan de la descomposición de desechos más grandes o que se originan en productos como pastas de dientes o cosméticos, transportan contaminantes tóxicos. Estos microplásticos ingresan a la cadena alimentaria a través de los peces y otros organismos marinos que los ingieren, lo que representa un riesgo para la salud humana y la seguridad alimentaria.
Además, la "pesca fantasma" —redes plasticas y aparejos de pesca abandonados que siguen atrapando animales marinos— exacerba el problema, atrapando y matando a miles de especies marinas cada año y contaminando el agua.
El Tratado de los Océanos tiene el potencial de ser un instrumento fundamental para combatir la contaminación plástica y proteger la biodiversidad marina. Al establecer áreas marinas protegidas y regular las actividades humanas, este tratado contribuye directamente a cumplir el Objetivo de Desarrollo Sostenible 14, que busca “conservar y utilizar de manera sostenible los océanos, mares y recursos marinos”.
El éxito de este tratado dependerá de la colaboración internacional y del compromiso de los países para implementar políticas que reduzcan la contaminación plástica y protejan nuestros océanos. Este acuerdo representa un avance significativo hacia la protección de los ecosistemas marinos y la preservación de la vida en nuestros océanos. En conjunto con el Tratado Global de Plásticos, es un claro ejemplo de cómo la acción colectiva puede enfrentar uno de los desafíos ambientales más grandes de nuestro tiempo.
Conocé más sobre el trabajo que realizamos en Políticas Públicas: 📩 EscribÍnos a politicaspublicas@unplastify.com
Autoras: Camila Astesana. Analista del área de Políticas Públicas
LA ONU TRABAJA EN UN TRATADO MUNDIAL DE PLÁSTICOS, AUNQUE “QUEDA MUCHO POR HACER”.
La idea de un tratado a nivel mundial sobre plásticos surgió en 2022. En noviembre de 2024, se realizarán las negociaciones finales para terminarlo en Corea del Sur. "La estrategia más efectiva es dar un paso atrás en el problema e ir al inicio, es decir trabajar en reducir la producción de plásticos.", afirma a RED/ACCIÓN Clara Subirachs, coordinadora de Políticas Públicas y Empresas de Unplastify.